Comodiano
fue un autor cristiano del siglo III. Se cree que tuvo un origen africano. Sus «Instructiones»
fueron escritas empleando acrósticos. El título de este poema se recibe de su
acróstico, que deletrea «DE SAECULI ISTIUS FINE», o Sobre el fin de este
mundo, aunque este poema no está recogido en las Instrucciones. Su
latín es representativo del latín tardío, ya más distanciado de los escritores
áureos como Virgilio u Horacio. Vale.
Commondianus
De Saeculiis Istius Fine,
de sus Instructiones
Acróstico: «DE
SAECULIIS ISTUS FINE»
D at tuba
caelo signum sublato leone,
E t fiunt subito tenebrae cum caeli fragore.
S ummittit oculos Dominus, ut terra tremescat,
A cclamat ut et audiant omnes in orbem:
E cce diu tacui sufferens tanto tempore uestra!
C onclamant pariter plangentes sero gementes,
U lulatur, ploratur, nec spatium datur iniquis:
L actanti quid faciet mater, cum ipsa crematur?
I n flamma ignis Dominus iudicabit iniquos:
I ustos autem non tanget ignis, sed immo delinquet.
S ub uno morantur, sed pars in
sententia flebit.
T antus erit ardor, ut lapides ipsi
liquescant,
I n fulmine coeunt uenti, furit ira
caelestis,
U t, quacumque fugit, impius occupetur ab igne;
S uppetium nullum erit, nec nauticae puppes:
F lamma tamen gentes Medi Parthique feruent
I n annis mille, ut feruunt[1] corpora
sanctis.
N am inde post annos mille gehennae traduntur,
E t fabrica cuius[2] erant
cum ipsa cremantur.
(al castellano)
Sobre el fin de este mundo
«La tuba anuncia desde el cielo el
león vencido
y súbitamente se forman tinieblas con
el fragor[3] del cielo.
El Señor levanta los ojos, para que
la tierra trema,
Grita, para que todos los humanos lo
escuchen:
“Ya ven que me he callado por tanto
tiempo sufriendo ustedes”
Acongojan juntamente llorando
quejándose demasiado tarde.
aullando, llorando, ni el espacio les
es dado a los inicuos.
¿Qué hará la madre con su [infante]
lactante, cuando
[ella sea
incinerada?]
En las llamas del fuego el Señor
juzgará a los inicuos:
Pero los justos no sentirán el fuego,
pero de ninguna manera
[deben delinquirse].
Bajo uno moran, pero algunos [de
ellos] llorarán al
[oír su sentencia]
Tanto será el ardor, que las lápidas
mismas licúen,
dentro de los rayos se acumulan los
vientos y enfurece la ira celeste,
Tanto que, huya como huya, el impío
será consumido por el fuego;
No habrá ningún refugio, ni popas
náuticas:
Mas las llamas queman a los pueblos
medos[4] y partos[5]
Durante mil años, así como queman los
cuerpos de los santos.
Así que después de mil años, son
llevados a la gehena[6],
E incinerados en la misma fabricación en la que andaban.
[1] «feruunt»: fervent. Es la forma empleada por
Lucrecio en su De Rerum Natura.
[2] «cuius»: gen. f. de qui.
«de ellos», «de aquellos».
[3]«fragor»: Ruido estruendoso (DRAE).
[4] «medos»: Naturales de Media, antigua región de Asia.
[5] «partos»: Naturales de
Partia, región del Asia antigua.
[6] «gehena»: infierno.
Apéndice: crítica de Comodiano, por Genadio, siglo V
Fue duramente criticado por Genadio de Marsella, un
autor del siglo V, en su libro De Escritores Eclesiásticos (d. 495):
Caput XV.
«Commodianus, dum inter
saeculres litteras etiam nostras legit, occasionem accepit fidei. Factus itaque
Christianus, et volens aliquid studiorum suorum muneris offerre Christo, suae
salutis auctori, scripsit mediocri sermone, quasi versu, librum adversum
Paganos. Et quia parum nostrarum attigerat litterarum, magis illorum destruere
potuit dogmata quam nostra firmare. Unde et de divinis repromissionibus
adversum illos vili satis et crasso, ut ita dixerim, sensu disseruit, illis
stuporem et nobis desperationem incutiens, Tertullianum, et Lactantium et
Papiam auctores secutus. Moralem sane doctrinam et maxime voluntariae
paupertatis amorem optime prosecutus, studentibus inculcavit».
—Gennadius Massiliensis (fl. c. 492-496), Liber De Scriptoribus
Ecclesiasticis (c.495).
(al castellano)
Comodiano, mientras leía tanto textos seculares como los nuestros, recibió
la oportunidad de la fe. Y así hecho un cristiano, y deseando ofrecerle algún
obsequio de sus estudios a Cristo —el instigador de su salud—, escribió en
registro mediocre, como en verso, un libro contra los paganos. Y puesto que
tuvo poco que ver con nuestras letras, pudo más bien destruir sus dogmas
[paganos] que afirmar las nuestras. Y de ahí —como ya lo tengo dicho— disertó
sobre el significado de la repromisión divina contra aquellos [hombres]
bastante vil y crasa, percutiendo el estupor de ellos y la desesperación de
nosotros. Siguió a los autores Tertuliano, Lactancio y Pipa. Ciertamente
persiguió de manera óptima una doctrina moral y máxime un amor por la pobreza
voluntaria, las cuales inculcó a sus alumnos.
—Gennadius
Massiliensis (fl. c. 492-496), Libro de Escritores Eclesiásticos (c.495).