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El Estuche de Julian Bream, el maestro de la guitarra criolla por excelencia


Bona dies sodales,
Esta entrada de hoy se trata de Julian Bream, uno de los mejores guitarristas clásicos del siglo XX. He aquí un párrafo de uno sus libros que publicó hace unos 30 años. No se encuentran muchos textos que contienen las palabras o dictámenes de Bream mismo, así que he decidido traducir un párrafo fascinante que explica qué es lo que lleva en su estuche. Se le nota la excentricidad respecto a algunas de las herramientas que lleva, como el micrómetro o el llevar de guijarros para bruñir sus uñas; cosas del viejo mundo. Se percibe cierta similitud entre Bream and Gaspar Sanz en relación con las cosas curiosas que tenían en su posesión. Capaz tienen razón, y seríamos mejores guitarristas si les hacemos caso. Da para pensar…


(Texto en inglés) Del libro «Julian Bream, A Life on the Road»

“In fact, it’s amazing the bits and pieces I have to carry around in my old guitar case. Apart from this box of false nails, I have a little leather bag in which I carry my scissors for cutting my left hand nails and a pair of nail clippers for cutting the spare ends of strings. Then there’s a tuning fork and a pencil; they’re all in the top compartment”. Why a pencil sharpener? I asked him. “Well, when I’m on tour I occasionally write something, or I may be fingering or re-fingering music that I’m currently playing, or perhaps I’m arranging something; whatever it is I always do it in pencil. I like to use a very soft 3B pencil, so I have to keep the point really sharp. I always travel with a good pencil sharpener. Now, in the bottom compartment, I keep the sandpaper for filing my nails, together with two stones with which I burnish the nails, one very fine and the other not quite so fine. They’re really like little pebbles.
  Then, because the top three strings are so variable in their manufacture, I always carry a micrometre. It’s an extremely accurate instrument, and can gauge with tolerances of point five of a thousandth of an inch. I can actually measure the thickness of one of your hairs with it. When new strings come from the manufacturers, they’re not as reliable as they should be; some are thicker, some are thinner than they ideally should be. And for me, this can be crucial because it can radically affect the balance and overall response of the instrument. Again, I have to be extremely careful. Then I have my pencil and rubber, my fountain pen re-fills in case I have time to write the odd letter, and a few packets of cigarettes ―tubes of joy, I call them―  tucked away to keep my nerves under control, or so I think”.

(al castellano)

 “De hecho, son increíbles las cositas que me tengo que llevar en mi viejo estuche. Más allá de esta caja de uñas prostéticas, tengo una bolsa pequeña de cuero en la cual llevo mis tijeras para cortarme las uñas de la mano izquierda y unas cortaúñas para cortar los extremos restantes de las cuerdas. Después hay un diapasón para afinar, y un sacapuntas; todos están en el compartimiento de arriba. ¿Por qué tienes un sacapuntas? Le pregunté. Bueno, cuando estoy haciendo un tour, cada tanto escribo algo, o quizá hago la digitación de una partitura que estoy tocando a la sazón, o quizá estoy haciendo algún arreglo; sea lo que sea, siempre lo hago con el lápiz. Me gusta usar un lápiz 3B muy suave, así que tengo que mantener la punta muy afinada. Siempre viajo con un buen sacapuntas. Ahora bien, en el compartimiento inferior, guardo la lija para limar mis uñas, juntos con dos piedras con las que bruño las uñas, una muy fina y la otra no tanto. En realidad son como unos guijarros. 
Luego, puesto que las primeras tres cuerdas sean tan variables en su fabricación, siempre llevo un micrómetro. Es un instrumento extremadamente preciso y puede medir dentro de resistencias de un milésimo de una pulgada. De hecho con él, puedo medir el grosor de uno de tus pelos. Cuando las cuerdas nuevas vienen de la fábrica, no son tan fiables como deberían de ser; algunas son más gruesas, algunas más finas que idealmente deberían de ser. Y para mí, esto puede ser crucial porque puede afectar radicalmente el equilibrio y la reacción total del instrumento. De nuevo, tengo que ser extremadamente cauteloso. Después tengo mi lápiz y borrador favoritos, mis repuestos para la estilográfica por si tuviera tiempo para escribir alguna carta, y algunos paquetes de cigarrillos ―tubos de alegría, los llamo― metidos ahí para mantener mis nervios bajo control, o por lo menos eso lo quisiera creer”.


Cómo conservar las cuerdas de una guitarra durante el periodo barroco

Siguiendo con el tema de la música y la guitarra, hoy les traigo una cita curiosa de la pluma
de Gaspar Sanz, más conocido por su obra intitulada "Instrucción de música sobre la guitarra española y método de sus primeros rudimentos, hasta tañerla con destreza", la cual ha convertido en un referente para el repertorio de la guitarra clásica, aunque tenemos que destacar que las piezas fueron recopiladas, no compuestas cien por ciento por él. Nos dice cómo debemos guardar nuestras cuerdas de la guitarra: Realmente no se expresa muy claramente y comete una puñada de errores ortográficas, pero les daré el resumen: Las debemos mantener en, o bien una caja o vasija (previamente embarnizada) o incluso un tubo o "cañón" de hoja de lata, no sé por qué sería lata que una caja de madera; y si no podemos encontrar algo de lata, empleamos una piel de carnero u oveja en donde guardamos las cuerdas, salpicada con un poco de aceite de almendra dulce: tampoco sé qué tipo de reacción química es causada a las cuerdas al tener contacto con el aceite de almendra; si alguien sabe al respecto, favor de dejar un comentario abajo.
Dentro de todo, nos suministra unos datos curiosos sobre las cuerdas, que capaz vienen de una vertiente más culta y erudita de lo que fue Sanz mismo, capaz aprendió los consejos durante
su tiempo en Italia, de todas maneras sus consejos se ven muy insólitos y no hubo mención de ellos durante el siglo pasado, tampoco en el presente. Vale.





Cómo conservar la cuerdas de la guitarra, según Francisco Bartolomé Sanz Celma ―Gaspar Sanz―
«Las cuerdas para que estén en su perfección, y no se gasten, se deben conservar en una cajilla, o cañón de hoja de lata, o si no, en una badanilla[1] con aceite de almendras dulces; y si no tuvieres comodidad para eso, guárdalas en un pucherillo[2] embarnizado[3] bien cubierto, y si fuere nuevo, es mucho mejor, y así tendrás las cuerdas frescas, y se conservarán el tiempo que quisieres».


(al inglés)


“In order for the strings to remain perfect, and not become worn out, they should be conserved in a small box,or tinplate recipient or else in a small piece of sheepskin with sweet almond oil smeared on to them. If these objects are out of your reach, store them in a small and varnished earthenware jar, well covered (if it be new it is much better) and thusly you will have fresh strings that may be preserved  for as long as you wish”. 




Apéndice:
Gaspar cita a los latinos en su tratado, dando una pequeña muestra del interés en latín que había en el siglo XVII hasta para con los músicos. 



«Necnon Threïcius longa cum veste Sacerdos.
Obloquitur numeris septem discrimina vocum,
Iamque eadem digitis, iam pectine pulsat». 


«También [Orfeo], el sacerdote tracio de larga vestidura se acompaña con los siete tonos de su lira y ya los pulsa con los dedos, ya con su plectro marfileño».




(al inglés)
"Orpheus aswell, the Thracian priest in large robes accompanies himself with the notes of his seven stringed lyre, and begins to pluck intermittently with his fingers and then with his [ivory] plectrum". 
Virgilio, La Eneda, Lib. VI. 


«Scientia bene modulandi».
«[La música] es la ciencia de modular bien».
 


(al inglés)


"Music is the science of correct modulation".

―San Agustín, De Musica, Lib. I.



«His dicitur musicus qui perpensa ratione canendi

scientiam non servitio operis, sed imperio

speculationis asumit[4]».   


«Se llama músico al que, a través de un razonamiento bien considerado, asume el oficio de componer música, no por el servicio a la obra en sí, sino debido al empirismo de la especulación».


(al inglés)

"A musician is named after he who with reason considered, undertakes the science of making music, not for the service of the work, but through of the empiricism of speculation".

―Severino Boecio, De institutiones musica.



«Amor qui

Est laberintus opus quod, si tu laberis intus,

Non laberintus erit, sed labor intus erit». 

«El amor, ―que es un laberinto― es una labor tal, que si tú lo entraras, no habrá laberinto, sino una labor adentro».
―parafraseando incorrectamente a Ramón Llull, la cita original es «Hic Labyrinthus adest: verum si laberis intus, non Labyrinthus erit, sed labor intus erit». La añadidura de «amor» parece ser un invento de Sanz, pues fue poeta durante su vida, así que no nos debería sorprender. 




(al inglés)

"Love (which is a laberynth) is a labour, that if you slip inside her, you'll find no laberynth, only strife".




«Interpone tuis interdum gaudia curis,

Ut possis animo quemvis[5] suffere laborem».  ―Catón, Los Dísticos.



«interponga tus regocijos con cuidado,

para que, con el ánimo, puedas sufrir cualquiera labor».



(al inglés)

"mix your joys with care

so that your spirit can bear any strife".



«Omne tulit punctum, qui miscuit utile dulci,

Lectorem delectando, pariterque monendo». 



Ha obtenido un consenso unánime quien ha integrado lo dulce y lo útil,

 deleitando el lector, e igualmente aconsejándolo.

―Horacio, Arte poética, 343―344.


Todos los votos se llevó el poeta

que supo ser de gusto y de provecho:

ya alegrando al lector, y aconsejando.  



(al inglés)



"He who integrates sweetness with functionality has won on every score, and thus sways the reader and at the same time admonishes him". 



Apéndice II:

Un plagio admirable de Pablo Minguet y Yrol, de su libro «Reglas, y advertencias generales que enseñan el modo de tañer todos los instrumentos mejores y más usuales como son la guitarra, tiple, vandola, cythara, clavicordio, órgano, harpa, psalterio, bandurria, violín, flauta, travesera, flauta dulce y la flautilla: con varios tañidos, danzas, contradanzas y otras cosas semejantes, demonstradas y figuradas en diferentes láminas finas, por música y cifra al estilo castellano, italiano, catalán y francés», 1752.  


Años después Pablo Minguet y Yrol parafrasearía los consejos de Sanz, casi a la letra; de hecho escribe un poco más claramente que Sanz…



«Las cuerdas, para que sean buenas, se han de mirar que sean cristalinas, e iguales; y para que no se gasten, y se mantengan frescas, se deben conservar en un cañoncito de hoja de lata, untadas un poquito con aceyte de almendras dulces; y si no, dentro de un pucherito vidriado, y que estén bien tapadas».




(al inglés)

 “The strings, so that they be playable, should be checked that they are crystal clear and of equal [proportions to each other]; and so they don’t wear out, and remain like new, they should be stored in a tin tube, lightly smeared with some sweet almond oil; and if these are unavailable, inside a small varnished earthenware jar, preferably well covered”.






[1] «vadanilla» en la edición original. Con la ortografía correcta, sería badanilla, eso es, una pequeña badana, la piel curtida de carnero u oveja. La voz con el diminutivo es registrada solamente dos veces en el banco de datos CORPUS de la Academia Española, por eso si quisieras emplear esta palabra, mejor usar «badana», sin el diminutivo.
[2] «pucherillo», quiere decir una pequeña vasija de barro para guardar las cuerdas. v. la nota 2.
[3] «emberniçado» en la edición original. Viendo así de cerca su ortografía se puede apreciar por qué sus obras literarias se han caído de la memoria.
[4] Incorrectamente citando a Boecio, de su Fundamentos de la música, la cita original es así: «Musicus est qui ratione perpensa canendi scientiam non servitio operis, sed imperio speculationis assumit». En la edición de 1674, leemos abstracta rationes, y dificulta la lectura, perpensa rationes tiene más sentido, lo más probable es que fue un error de Sanz o bien propio, o por copiar de un texto defectuoso. 
[5] 1674: «quemquam».



Mo Ghile Mear, un poema bárdico de Seán Clárach Mac Domhnaill (1691-1754)

  Este poema es un buen ejemplo de la poesía bárdica popular del siglo VII. Se trata de un lamento [ caoineadh en irlandés, y se pronuncia...