Cómo conservar las cuerdas de una guitarra durante el periodo barroco

Siguiendo con el tema de la música y la guitarra, hoy les traigo una cita curiosa de la pluma
de Gaspar Sanz, más conocido por su obra intitulada "Instrucción de música sobre la guitarra española y método de sus primeros rudimentos, hasta tañerla con destreza", la cual ha convertido en un referente para el repertorio de la guitarra clásica, aunque tenemos que destacar que las piezas fueron recopiladas, no compuestas cien por ciento por él. Nos dice cómo debemos guardar nuestras cuerdas de la guitarra: Realmente no se expresa muy claramente y comete una puñada de errores ortográficas, pero les daré el resumen: Las debemos mantener en, o bien una caja o vasija (previamente embarnizada) o incluso un tubo o "cañón" de hoja de lata, no sé por qué sería lata que una caja de madera; y si no podemos encontrar algo de lata, empleamos una piel de carnero u oveja en donde guardamos las cuerdas, salpicada con un poco de aceite de almendra dulce: tampoco sé qué tipo de reacción química es causada a las cuerdas al tener contacto con el aceite de almendra; si alguien sabe al respecto, favor de dejar un comentario abajo.
Dentro de todo, nos suministra unos datos curiosos sobre las cuerdas, que capaz vienen de una vertiente más culta y erudita de lo que fue Sanz mismo, capaz aprendió los consejos durante
su tiempo en Italia, de todas maneras sus consejos se ven muy insólitos y no hubo mención de ellos durante el siglo pasado, tampoco en el presente. Vale.





Cómo conservar la cuerdas de la guitarra, según Francisco Bartolomé Sanz Celma ―Gaspar Sanz―
«Las cuerdas para que estén en su perfección, y no se gasten, se deben conservar en una cajilla, o cañón de hoja de lata, o si no, en una badanilla[1] con aceite de almendras dulces; y si no tuvieres comodidad para eso, guárdalas en un pucherillo[2] embarnizado[3] bien cubierto, y si fuere nuevo, es mucho mejor, y así tendrás las cuerdas frescas, y se conservarán el tiempo que quisieres».


(al inglés)


“In order for the strings to remain perfect, and not become worn out, they should be conserved in a small box,or tinplate recipient or else in a small piece of sheepskin with sweet almond oil smeared on to them. If these objects are out of your reach, store them in a small and varnished earthenware jar, well covered (if it be new it is much better) and thusly you will have fresh strings that may be preserved  for as long as you wish”. 




Apéndice:
Gaspar cita a los latinos en su tratado, dando una pequeña muestra del interés en latín que había en el siglo XVII hasta para con los músicos. 



«Necnon Threïcius longa cum veste Sacerdos.
Obloquitur numeris septem discrimina vocum,
Iamque eadem digitis, iam pectine pulsat». 


«También [Orfeo], el sacerdote tracio de larga vestidura se acompaña con los siete tonos de su lira y ya los pulsa con los dedos, ya con su plectro marfileño».




(al inglés)
"Orpheus aswell, the Thracian priest in large robes accompanies himself with the notes of his seven stringed lyre, and begins to pluck intermittently with his fingers and then with his [ivory] plectrum". 
Virgilio, La Eneda, Lib. VI. 


«Scientia bene modulandi».
«[La música] es la ciencia de modular bien».
 


(al inglés)


"Music is the science of correct modulation".

―San Agustín, De Musica, Lib. I.



«His dicitur musicus qui perpensa ratione canendi

scientiam non servitio operis, sed imperio

speculationis asumit[4]».   


«Se llama músico al que, a través de un razonamiento bien considerado, asume el oficio de componer música, no por el servicio a la obra en sí, sino debido al empirismo de la especulación».


(al inglés)

"A musician is named after he who with reason considered, undertakes the science of making music, not for the service of the work, but through of the empiricism of speculation".

―Severino Boecio, De institutiones musica.



«Amor qui

Est laberintus opus quod, si tu laberis intus,

Non laberintus erit, sed labor intus erit». 

«El amor, ―que es un laberinto― es una labor tal, que si tú lo entraras, no habrá laberinto, sino una labor adentro».
―parafraseando incorrectamente a Ramón Llull, la cita original es «Hic Labyrinthus adest: verum si laberis intus, non Labyrinthus erit, sed labor intus erit». La añadidura de «amor» parece ser un invento de Sanz, pues fue poeta durante su vida, así que no nos debería sorprender. 




(al inglés)

"Love (which is a laberynth) is a labour, that if you slip inside her, you'll find no laberynth, only strife".




«Interpone tuis interdum gaudia curis,

Ut possis animo quemvis[5] suffere laborem».  ―Catón, Los Dísticos.



«interponga tus regocijos con cuidado,

para que, con el ánimo, puedas sufrir cualquiera labor».



(al inglés)

"mix your joys with care

so that your spirit can bear any strife".



«Omne tulit punctum, qui miscuit utile dulci,

Lectorem delectando, pariterque monendo». 



Ha obtenido un consenso unánime quien ha integrado lo dulce y lo útil,

 deleitando el lector, e igualmente aconsejándolo.

―Horacio, Arte poética, 343―344.


Todos los votos se llevó el poeta

que supo ser de gusto y de provecho:

ya alegrando al lector, y aconsejando.  



(al inglés)



"He who integrates sweetness with functionality has won on every score, and thus sways the reader and at the same time admonishes him". 



Apéndice II:

Un plagio admirable de Pablo Minguet y Yrol, de su libro «Reglas, y advertencias generales que enseñan el modo de tañer todos los instrumentos mejores y más usuales como son la guitarra, tiple, vandola, cythara, clavicordio, órgano, harpa, psalterio, bandurria, violín, flauta, travesera, flauta dulce y la flautilla: con varios tañidos, danzas, contradanzas y otras cosas semejantes, demonstradas y figuradas en diferentes láminas finas, por música y cifra al estilo castellano, italiano, catalán y francés», 1752.  


Años después Pablo Minguet y Yrol parafrasearía los consejos de Sanz, casi a la letra; de hecho escribe un poco más claramente que Sanz…



«Las cuerdas, para que sean buenas, se han de mirar que sean cristalinas, e iguales; y para que no se gasten, y se mantengan frescas, se deben conservar en un cañoncito de hoja de lata, untadas un poquito con aceyte de almendras dulces; y si no, dentro de un pucherito vidriado, y que estén bien tapadas».




(al inglés)

 “The strings, so that they be playable, should be checked that they are crystal clear and of equal [proportions to each other]; and so they don’t wear out, and remain like new, they should be stored in a tin tube, lightly smeared with some sweet almond oil; and if these are unavailable, inside a small varnished earthenware jar, preferably well covered”.






[1] «vadanilla» en la edición original. Con la ortografía correcta, sería badanilla, eso es, una pequeña badana, la piel curtida de carnero u oveja. La voz con el diminutivo es registrada solamente dos veces en el banco de datos CORPUS de la Academia Española, por eso si quisieras emplear esta palabra, mejor usar «badana», sin el diminutivo.
[2] «pucherillo», quiere decir una pequeña vasija de barro para guardar las cuerdas. v. la nota 2.
[3] «emberniçado» en la edición original. Viendo así de cerca su ortografía se puede apreciar por qué sus obras literarias se han caído de la memoria.
[4] Incorrectamente citando a Boecio, de su Fundamentos de la música, la cita original es así: «Musicus est qui ratione perpensa canendi scientiam non servitio operis, sed imperio speculationis assumit». En la edición de 1674, leemos abstracta rationes, y dificulta la lectura, perpensa rationes tiene más sentido, lo más probable es que fue un error de Sanz o bien propio, o por copiar de un texto defectuoso. 
[5] 1674: «quemquam».



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