Amiano Marcelino fue un soldado grecorromano, de nacimiento griego y hablante
nativo del mismo. Su obra «Res Gestae» nos suministra datos útiles sobre la Roma
del siglo IV, y se destaca sobre todo por sus bellas descripciones del mundo romano que él mismo observaba durante su vida. Su latinidad es bastante pulcra y densa tomando
en cuenta que el latín hablado de su época ya difirió mucho de la palabra
escrita, es decir, ya hablaban el latín tardío. Por su estilo condensado, recuerda
a Cornelio Nepote, autor del «De Viris Illustribus», Sobre los hombres
ilustres. Hoy día vamos a ver sus descripciones de algunos sitios sagrados
que en el mundo antiguo había; descripciones de templos y de climas, entre otras cosas. Sus descripciones son suntuosas, y vale la pena leer su latín con detenimiento. Vale.
Ammianus Marcellinus , Marcellini Historiae Liber
XXII, Cap. XVI.
Rerum gestarum libri qui supersunt
XII. His[1] accedunt altis sufflata
fastigiis templa, inter quae eminet Serapeum, quod licet minuatur exilitate[2] verborum,
atriis tamen columnariis amplissimis et spirantibus signorum figmentis et
reliqua operum multitudine ita est exornatum, ut post Capitolium, quo se
venerabilis Roma in aeternum attollit[3],
nihil orbis terrarum ambitiosius cernat.
XIII. In quo
duo bibliothecae fuerunt inaestimabiles et loquitur monumentorum veterum
concinens fides septingenta voluminum milia Ptolomaeis regibus vigiliis
intentis composita bello Alexandrino, dum diripitur civitas, sub dictatore
Caesare conflagrasse.
XIV. Canopus inde duodecimo disiungitur lapide, quem, ut priscae memoriae
tradunt, Menelai gubernator sepultus ibi cognominavit. Amoenus impendio[4] locus
et diversoriis[5] laetis exstructus[6],
auris et salutari temperamento perflabilis ita, ut extra mundum nostrum morari
se quisquam arbitretur in illis tractibus agens, cum saepe aprico spiritu
immurmurantes audierit ventos.
XV. Sed Alexandria ipsa non sensim ut aliae urbes, sed inter initia prima
aucta[7] per
spatiosos ambitus internisque seditionibus diu aspere fatigata, ad ultimum
multis post annis Aureliano imperium agente, civilibus iurgiis[8] ad
certamina interneciva[9] prolapsis
dirutisque[10] moenibus amisit regionum
maximam partem, quae Bruchion appellabatur, diuturnum praestantium hominum
domicilium.
XVI. Vnde
Aristarchus grammaticae rei dumis excellens et Herodianus artium minutissimus
sciscitator[11] et Saccas
Ammonius Plotini magister aliique plurimi scriptores multorum in litteris
nobilium studiorum, inter quos Chalcenterus eminuit Didymus multiplicis
scientiae copia memorabilis, qui in illis sex libris, ubi nonnumquam imperfecte
Tullium reprehendit, sillographos imitatus, scriptores maledicos, iudicio
doctarum aurium incusatur ut immania frementem leonem trepidulis vocibus canis
catulus longius circumlatrans.
(al
castellano)
Amiano Marcelino, Libro 22 de Historia de Marcelino,
capítulo 16.
De los libros de gesta
12. A estos [templos] se suman los elevados templos de alto fastigio,
entre los cuales se destaca Serapeo, el que, aunque se disminuya su grandeza
por falta de palabras, no obstante, era talmente
adornado de atrios, amplísimas columnas y representaciones vivaces de estatuas
y una multitud de restantes obras, que más allá del [templo en] Capitolio[12] —del cual presume la
Roma venerable y eterna—, ningún orbe del planeta se distinguiría con cosa más
espléndida.
13. En él, hubo inestimables bibliotecas, y se sostiene, según los
concordantes testimonios antiguos, que contaba con setenta mil libros,
ordenados por el cuidado atento de los reyes ptolomeicos, y durante la guerra
Alejandrina, cuando la ciudad fue saqueada bajo el dictador César, se incendió.
14. Doce [millas] del mojón del [Serapeo], [está] Canopo[13], el cual, como los
antiguos recuerdos nos traen, tomó su nombre del gobernador Menelao, que está
enterrado ahí. Es un lugar muy ameno y proveído de mesones alegres, de temperie
airosa y con brizas tan saludables, que uno que viviera en aquel pago se
pensaría estar fuera de este mundo cuando oyera los vientos que murmuran por la
brisa ligera soleada.
15. Pero Alejandría misma, no de manera gradual como las otras ciudades,
sino desde sus comienzos, fue embellecida con carreteras espaciosas; y por sus
sediciones internas quedó por mucho tiempo severamente vejada, hasta por fin,
muchos años después cuando Aureliano fue emperador, con la contienda civil descendiéndose
en certámenes nocivos y los muros derruidos, perdió la mayor parte de la
región, la cual se llamaba Bruquión, que durante mucho tiempo fue el domicilio
de varones prestantes.
16. Allí [vivieron] Aristarco[14] sobresaliente en la
gramática y Herodiano[15], escudriñador
minucioso de las artes, y Amonio Sacas[16], maestro de Plotino,
y muchos otros escritores de muchas áreas de las nobles letras. Entre los
cuales se destacó Dídimo Chalkénteros[17], hombre reconocido
por sus múltiples escritos acerca de la ciencia, en cuyos seis libros donde no
pocas veces reprendió a Cicerón imperfectamente, imitando a los silógrafos[18], — [aquellos] escritores
calumniosos— que en la opinión de los doctos es acusado de ser como el inmenso gruñido
del león, [pero] que ladra en voz trémula de un cachorro.
[1] «his»: dativo plural de hic. «a estos».
[2] «exilitas»: poquedad, escasez.
[3] «attollit»: Figurative, iactat.
[4] «impendio»: adv. valde.
[5] «diversorium»: deversorium, caupona, diversorio.
[6] «exstructus»: constructus.
[7] «auctus»: augmentatus, facere aliquid
locuples.
[8] «iurgium»: querella.
[9] «internecivus»: nocivus, nocens.
[10] «dīrutus»: destructus, derruido.
[11] «sciscitator»: escrutador.
[12] Templo de Júpiter Óptimo Máximo.
[13] Hoy día, Abu Qir (ابو قير) en Egipto. Su nombre significa «Padre
Cirio», quien fue un mártir egipcio de la cristiandad del siglo IV.
[14] Aristarco de Samos, (Ἀρίσταρχος)
astrónomo y matemático griego, nacido en Samos, Grecia. Fue la primera persona
conocida que propuso el modelo heliocéntrico del Sistema Solar, colocando el
Sol, y no la Tierra, en el centro del universo conocido. Esta propuesta la hizo
después de estudiar la distancia y tamaño del Sol (determinó que el Sol era
mucho más grande que la Tierra). Aristarco fue uno de los muchos sabios que
hizo uso de la emblemática Biblioteca de Alejandría, en la que se reunían las
mentes más privilegiadas del mundo clásico.
[15] Elio Herodiano (Αἴλιος Ἡρωδιανός) (c. 180 en Alejandría) fue uno de
los gramáticos más importantes de la antigüedad. Usualmente es conocido como
Herodiano, excepto en los casos en los que podría ser confundido con el famoso
historiador Herodiano. Fue hijo del lingüista griego Apolonio Díscolo y nació
en la ciudad egipcia de Alejandría. De allí se trasladó a Roma, donde obtuvo el
favor del emperador Marco Aurelio, a quien le dedicó una obra prosódica
[16] Filósofo alejandrino del siglo III. Además de Plotino, entre sus
otros alumnos destacaron (Pseudo)-Logino y Orígenes (el pagano).
[17] «χαλκέντερος»: gr. «tripas de bronce».
[18] «silógrafo»: escritor satírico.
Galería
Las ruinas del Serafeo en Alejandría
Reconstrucción especulativa del templo de Júpiter Capitolino
No comments:
Post a Comment